Nuevamente el gobierno del presidente Donald Trump pidió al Congreso que cambiara los requisitos para la solicitud de asilo político en Estados Unidos, para que de esta forma se pueda restringir la entrada de extranjeros quienes optan por esta vía. Debido a este requerimiento, el futuro de muchas personas que buscan esta alternativa para poder quedarse en el país, se encuentra incierto.
El fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions ha hecho un llamado al Congreso para que endurezca las normas para las peticiones de asilo político en Estados Unidos.
Según información ofrecida en la rueda de presan y publicada por la agencia de noticias EFE, la lista de requisitos enviada al Congreso, incluía financiar un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, frenar las subvenciones federales a las “ciudades santuario” y acabar con la afluencia de menores centroamericanos.
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Además, el gobierno de Trump busca hacer los ajustes necesarios en el sistema de asilo político en Estados Unidos ya que este formaba parte de una de las promesas en su campaña electoral; y el fiscal general se ha encargado de recalcar que esta sigue siendo la idea del presidente Trump. Sin embargo, aún necesita la aprobación del Congreso de los Estados Unidos para poder hacer estos cambios. Pero, primero, antes de entrar en contexto, hay que entender las cosas desde el principio.
¿Qué es este asilo político que ofrece Estados Unidos?
El asilo político en Estados Unidos, es un derecho que tienen las personas, para no ser extraditados a su país de origen; este, busca proteger al individuo si existe la sospecha de que la vida de la persona corre peligro.
Esta forma ha sido usada durante años por numerosos inmigrantes que quieren conseguir el sueño americano. Cada vez con más dificultad, pero desde la llegada de Trump al poder, este mecanismo se ha convertido en un calvario para muchas personas.
Desde que Trump comenzó su campaña electoral, ha prometido ir en contra de los inmigrantes que se encuentren indocumentados, y ha hecho todo lo posible, desde que tomó el mando, para conseguir fallas en el sistema que permitan evitar el ingreso y la estadía de inmigrantes en el país.
Este cambio lo ha dejado claro el fiscal general, Jeff Sessions, quien considera que el sistema ha sido abusado durante mucho tiempo, y ha dejado en claro que las personas que no cumplan con los requisitos para el asilo político en Estados Unidos, y decidan quedarse de forma ilegal, entonces enfrentarán persecuciones.
El camino de Trump
Por eso, el presidente Trump, ha decidido tomar cartas en el asunto, haciendo cada vez más difíciles las opciones para la estadía legal de los inmigrantes que desean tener una mejor vida dentro de los Estados Unidos.
La idea del presidente es restringir al máximo el beneficio de asilo, para que de esta forma el proceso de requerimiento sea más eficiente. La persona que pide el asilo político en Estados Unidos, deberá presentar un mayor número de pruebas, y deberá ser capaz de demostrar que existe un miedo de volver a su país natal, de lo contrario, la persona será devuelta.
Esta petición tiene un causante; el fiscal señala que la Ley de Inmigración es un fracaso, la cual ha estado llena de vicios desde sus inicios, pero que llegó a su punto cumbre cuando hubo la crisis de la frontera en el 2014, cuando comenzaron los problemas humanitarios en Centroamérica y al menos 1,5 millones de indocumentados ingresaron a los Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.
Sessions, explicó durante un discursoo en la Oficina Ejecutiva para la Revisión de la Inmigración del Departamento de Justicia, que las políticas de la nación “permiten a muchos solicitantes de asilo explotar lagunas en un proceso -roto- y extremadamente atrasado”.
Muchos de estos inmigrantes entraron al país en busca de asilo político, y según con el gobierno de Trump, ya sabían de qué manera se tenían que comportar y qué tenían que decir para que pudieran ser aceptados como asilados.
Por eso, las medias que pide el gobierno de Trump al Congreso de los Estados Unidos es que sean más duras las normas para que las personas que buscan asilo en el sistema actual, no lo hagan en uno lleno de “abuso y fraude desenfrenado”.
Obama fue todo menos generoso
Asimismo, Jeff Sessions, fiscal general, considera que este fracaso se debe a las malas políticas de la gestión del presidente Obama, quien, durante su mandato, el DHS otorgó al menos el 80% de los asilos políticos que fueron requeridos, afirmó Sessions.
El fiscal asegura que, durante los 8 años de Obama, aumentó un 88% la probabilidad de éxito de asilo para los inmigrantes que lo solicitaban, solamente con reclamar que existía un miedo de regresar a su país de origen. Según Sessions, esto supone un vicio en el proceso de asilo, y que muchas de las solicitudes carecían de mérito y muchas personas utilizaban estos huecos en la Ley para poder quedarse en el país.
Un estudio hecho por Univisión, reveló que de los 185,768 expedientes abiertos tras los interrogatorios llevados a cabo por los agentes de la Patrulla Fronteriza entre el 18 de julio de 2014 y finales de enero, 140,594 tuvieron una audiencia preliminar dentro del debido proceso migratorio (75.69%). Y durante el mismo período fueron cerrados administrativamente 14,2897 casos de menores no acompañados y 911 casos de unidades familiares.
Y esta cifra fue en aumento; en el 2016 el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) realizó al menos unas 94.000 entrevistas, en comparación a las 5.000 que realizó en el 2009, así lo indicó el fiscal Sessions.
Sin embargo, lo que no indicó el fiscal es que en el 2016 hubo al menos unas 73.000 personas quienes fueron deportadas, en comparación a las 4.000 en el 2009; estas cifras colocaron a Obama en el ojo del huracán durante los últimos meses de su mandato. El presidente número 44 de los Estados Unidos, fue considerado uno de los más feroces en cuanto a política de inmigración, desde que comenzó su mandato en enero del 2009 hasta julio del 2016, Obama deportó cerca de dos millones 858 mil 980 personas por el sólo hecho de ser indocumentadas.
Además, hay que tomar en cuenta que al menos el 47% de inmigrantes deportados durante el período del presidente Obama, no tenía antecedentes criminales, y una buena parte fueron niños sin acompañantes.
Por eso, las palabras del fiscal Sessions se quedan cortas al tratar de comparar los números de las entradas con las de las salidas. El fiscal considera que el presidente Obama fue demasiado generoso con los inmigrantes, solamente porque creó nuevas oportunidades para que pudieran estar legal, como el programa DACA, (Acción Diferida para Llegados en la Infancia).
Este programa, el cual fue una orden presidencial del presiden Obama, recientemente fue eliminada por el presidente Trump, y pone en riesgo al menos a unos 750,000 jóvenes inmigrantes y, además, amenaza con destruir y separar a las familias.
Un abogado puede hacer la diferencia
El fiscal general, además considera que “con el paso de los años, los abogados inteligentes han aprovechado las lagunas legales, las sentencias judiciales y la falta de recursos para socavar sustancialmente la intención del Congreso. No hay costo o riesgo para aquellos que hacen un reclamo de asilo sin fundamento“, agregó en la conferencia dada en la Oficina Ejecutiva para la Revisión de la Inmigración del Departamento de Justicia.
En este punto crucial es en donde un abogado puede marcar la diferencia en la solicitud de asilo político en Estados Unidos. El abogado puede ayudar a demostrar que la solicitud del inmigrante de asilo político es genuina. De lo contrario, solamente cuando ya no sea posible demostrar que existe una causa para que la persona se quede en el país, entonces en ese momento es cuando se puede proceder con la deportación.
Muchas personas no saben cuáles son los pasos a seguir para pedir el asilo político, aún más cuando las leyes están cambiando constantemente, sobretodo, desde que Trump llegó al poder.
La lucha del inmigrante para demostrar de que sí existe una causa por la cual no puede regresar a su país natal muchas veces no es justa, y un abogado puede marcar la diferencia. El consejo que le damos en The Cruz Law Office, APC es que no intente defenderse usted solo.
Este error lo cometen muchas personas creyendo que nada más demostrando que existe un miedo real a regresar a su país será suficiente. Un abogado, sobre todo uno de The Cruz Law Office APC, entiende que pedir asilo político es un proceso complejo, y solamente aquellos que están especializados en la materia pueden tener un resultado favorable.
El asilo político en Estados Unidos está lleno de dificultades, en especial para los inmigrantes, quienes muchas veces se les han negado el acceso a la asistencia legal y esto hace que las probabilidades de ganar el caso sean menores.
Nosotros en The Cruz Law Office APC, y en especial yo, el abogado Narciso Cruz; sabemos que el proceso de asilo político puede ser un camino lleno de baches y dificultades, por eso estamos comprometidos con cada uno de nuestros clientes y nos preparamos constantemente para superar cualquier problema que aparezca.
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