Los licenciados de inmigración cada día ayudan a miles de personas indocumentadas a conseguir sus papeles y permanecer en los Estados Unidos legalmente. Este es el sueño de muchos inmigrantes indocumentados que vienen a los Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida y nuevas y diversas oportunidades de superarse.
Muchas de estas personas vienen de países donde la calidad de vida es tan mala que no tienen ni agua potable ni comida. Muchas de estas personas también vienen en busca de libertad y libertad de expresión, cosa que no tienen en su país debido a que el gobierno es una dictadura. Estas personas vienen hacia los Estados Unidos para que sus hijos no tengan que nacer y pasar por toda una barbarie de pobreza, hambre y miseria, donde los niños tienen que trabajar para ayudar a sus padres y poder comer en vez de ir a la escuela y estudiar. Estas son solo unas de las miles de razones por las que muchas personas arriesgan sus vidas y cruzan a los Estados Unidos ilegalmente, nos cuenta una licenciada de inmigración que ha ayudado a más de mil inmigrantes indocumentados a lo largo de su carrera. Como se puede apreciar, los licenciados de inmigración tienen una gran tarea, ayudar a personas indocumentadas a conseguir lo que tanto quieren: vivir y trabajar en los Estado Unidos legalmente, sin tener que esconderse, falsificar papeles o trabajar por detrás del telón.
Los licenciados de inmigración tratan por todos los medios conseguir que estas personas indocumentadas se puedan quedar en los Estados Unidos y puedan vivir en un país donde todos tienen los mismos derechos, no hay corrupción, y donde todos tienen las mismas oportunidades de superarse, educarse y aprender. Esta tarea no es nada fácil y toma tiempo, tiempo en el que los licenciados de inmigración están junto a ti todo el tiempo ayudándote y aconsejándote legalmente.
“Muchos de los casos que tomamos son muy difíciles y a la misma vez tristes y desgarradores. Cuando escuchamos por lo que estas personas han pasado y en la manera en la que viven en sus países, resulta ser desgarrador. Es desgarrador tener que escuchar que un niño de siete años de edad tiene que trabajar para ayudar a su familia en vez de ir a la escuela y estudiar, es desgarrador saber que ese niño muchas noches se tuvo que acostar a dormir sin comer, porque no había dinero para la comida. Por eso cada caso es personal y se vuelve parte de nuestras vidas.” Estas fueron las palabras de una licenciada de inmigración que dice haber escuchado de muchísimos casos como este a lo largo de su carrera de más de veinte años.
Finalmente, después de haber escuchado estos testimonios de licenciados de inmigración, se puede llegar a la conclusión de que han ayudado y seguirán ayudando a muchos inmigrantes indocumentados a obtener sus papeles sin importar lo largo que sea el proceso y sin importar el tiempo que lleve, porque ellos creen que todos tienen el derecho de disfrutar de una vida sana y llena de opotunidades.
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